Somos agua. Mucha agua. Más agua que nada. Sin agua no hay vida. Nosotros somos agua.
La sangre que recorre el cuerpo de nuestra madre tierra, dando vida en cada caricia. Igual que hace en nuestra propia existencia. Nuestro yo no viajará jamás sin agua.
Somos agua. Sin agua no hay nada. Con agua empieza todo.